Fotografía/Facebook/José Antonio Keb Cetina

México. – Chichén Itzá alberga al Templo de Kukulkán, un edificio prehispánico considerado como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno, y es el hogar de una manada de perros conocidos como sus “guardianes”.

Uno de ellos se llamaba Duke, un perro mestizo de pelaje marrón que estaba bajo el cuidado de Antonio Keb Cetina, custodio nocturno del sitio arqueológico.

En redes sociales, la mañana del 22 de julio Keb dio a conocer el fallecimiento de Duke, con quien compartió aventuras y vivencias por 14 años.

«Duke terminó su misión y enseñanza», dijo Keb. En su mensaje de despedida, Keb afirmó que “todos tenemos una misión y enseñanza” que dejar en esta vida, ya que somos lecciones para todos.

El custodio del ancestral sitio arqueológico dijo que siempre recordará al animal de compañía como un “excelente” guardián, así como alguien alegre y juguetón, quien a pesar de su edad le gustaba hacer travesuras “como si fuera siempre un cachorrito”.