Fotografía/ Hoteles City Express
México.- Ricarda una artesana mexicana se dijo molesta y con mucha tristeza con las autoridades mexicanas luego de que a su regreso de Nueva York gran presentar su trabajo, las autoridades del SAT en la Aduana le cobraran impuestos por su trabajo.
La mujer narró para El Universal que llevó a exponer su trabajo en Nueva York y a su regreso a México fue retenida por alrededor de tres horas por funcionarios del SAT, quienes además la obligaron a pagar impuestos por ropa valorada en 950 dólares, misma que ella elaboró.
La artesana es originaria de la comunidad de San Juan Colorado, la invitación que le llegó un día de parte del Consulado General de México en Nueva York para presentar su trabajo en esta famosa ciudad estadounidense representó una oportunidad no sólo para mostrar sus prendas, sino también para compartir el trabajo de otras mujeres artesanas de su comunidad.
La mujer dijo “eran exposiciones donde varias expusimos nuestras prendas. Yo estoy agradecida porque en base a eso damos a conocer nuestras prendas y conocemos nuevos clientes; eso es lo que nosotros hacemos. Esperamos que no sea la primera ni la última vez. Yo quisiera que hubiera personas que nos inviten y nos tomen en cuenta como artesanas porque nosotras nomás a eso nos dedicamos”.
La situación desagradable, surgió cuando regresó a México. En el AICM fue retenida por alrededor de tres horas por funcionarios del SAT, que la obligaron a pagar impuestos por las mismas prendas que ella elaboró para participar en la exhibición de Nueva York.
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“Ya de regreso me dio mucha tristeza y mucho coraje también porque en la aduana, como ya traía varias cositas que nos regalaron, la gente que se consideraron de nosotros, nos regalaron varias ropitas usadas, zapatos usados. Yo por el interés de ayudar a mi familia, traía todo eso en mis maletas”.
Ricarda trató de convencer a los funcionarios del SAT de que las prendas eran suyas, que podía comprobar que ella las elabora, que les podía mostrar su credencial que la acredita como artesana, expedida por el gobierno de Oaxaca, así como la carta invitación que recibió del consulado.
“Les valió, en la aduana me trataron muy mal, y pues estoy muy sentida por lo que ya ni en Nueva York me trataron así como aquí, en mi mismo México. Yo soy mexicana y siempre he participado en las expos. Soy solamente artesana”.
Fue obligada a pagar 3 mil 706 pesos de impuestos por ropa valorada en 950 dólares, según consta en el acuse de recibo. En caso de que ella se negara a pagar, amagaron con retener la maleta con sus creaciones.