El movimiento, que comenzó en Corea del Sur como una respuesta al machismo y el control social sobre las mujeres, ha cobrado impulso en las redes sociales de EE. UU., con publicaciones virales que promueven el «boicot» a los hombres. Un post en X (anteriormente Twitter) que instaba a las mujeres a no casarse, no tener hijos ni salir con hombres alcanzó 20 millones de visitas en solo 48 horas, mientras que videos en TikTok sobre el 4B acumularon millones de visualizaciones. Este fenómeno ha llevado al movimiento a convertirse en uno de los términos más buscados en Google.
El 4B se originó en Corea del Sur como un rechazo a la presión social sobre la apariencia de las mujeres y el abuso sexual, y ha sido vinculado con el descenso de la natalidad en el país. Aunque ha enfrentado controversias, especialmente por sus implicaciones en las relaciones de género, el movimiento continúa creciendo, ahora con un enfoque particular en la lucha por los derechos reproductivos.
En EE. UU., el movimiento se ha convertido en una respuesta a las políticas de Trump, que incluyeron la elección de jueces conservadores en el Tribunal Supremo y la anulación de Roe vs. Wade, lo que permitió a los estados imponer restricciones al aborto. Expertos como Breanne Fahs, profesora de Estudios de la Mujer, señalan que el 4B refleja una creciente sensación de descontrol sobre el cuerpo de las mujeres y un deseo de reclamar su autonomía frente a las políticas conservadoras.
A pesar de las críticas y burlas de figuras de extrema derecha, el 4B sigue ganando apoyo entre mujeres jóvenes que buscan nuevas formas de protesta y resistencia ante lo que perciben como un ataque a sus derechos y libertades.