México. – Investigaciones recientes han arrojado luz sobre los Olmecas, considerados el primer pueblo originario de México y una de las civilizaciones más influyentes de Mesoamérica. Establecidos aproximadamente en el 1200 a.C. en la región costera del actual estado de Veracruz, los Olmecas sentaron las bases para el desarrollo cultural, social y religioso de futuras civilizaciones, como los mayas y aztecas.
Los Olmecas son conocidos por sus impresionantes cabezas colosales de piedra, que reflejan su habilidad artística y su importancia ritual. Estas esculturas, que pueden pesar varias toneladas, son testigos de la sofisticación y la organización de esta antigua sociedad. Su centro ceremonial en La Venta, que incluye pirámides y plazas, destaca como un símbolo de su influencia.
La cultura olmeca también introdujo avances significativos, como el sistema de escritura, el calendario y el uso del cero, contribuyendo así al desarrollo intelectual de la región. Sus creencias religiosas, centradas en la conexión con la naturaleza y deidades como la serpiente emplumada, sentaron un precedente espiritual que perduraría en las culturas posteriores.
A pesar de su colapso alrededor del 400 a.C., el legado de los Olmecas sigue vivo en la identidad cultural de México. Su impacto en el arte, la religión y la organización social continúa siendo objeto de estudio, recordando a las generaciones actuales la riqueza y diversidad de las civilizaciones prehispánicas. El reconocimiento de los Olmecas como los pioneros de Mesoamérica resalta la importancia de preservar y valorar la herencia de los pueblos originarios en el México contemporáneo.