Fotografía/UNAM
México. – México es un país rico en diversidad cultural y lingüística, albergando 68 pueblos originarios, cada uno con su propia lengua, tradiciones y formas de vida. Entre estos grupos destacan los nahuas, mayas, mixtecos, zapotecos, otomíes y tarahumaras, entre otros.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), estos pueblos representan una parte fundamental del patrimonio cultural del país, con más de 7 millones de personas que se identifican como indígenas. La diversidad lingüística es notable, ya que en México se hablan más de 364 variantes lingüísticas.
A pesar de su riqueza cultural, los pueblos originarios enfrentan retos significativos, incluyendo la marginación, la pobreza y la pérdida de sus tierras. Sin embargo, han mantenido vivas sus tradiciones y continúan luchando por sus derechos y por el reconocimiento de su identidad en la sociedad mexicana.
El gobierno y diversas organizaciones están trabajando para promover el respeto y la inclusión de estos pueblos, reconociendo su importancia en la construcción de una nación más justa y equitativa.