Fotografía/AP/Evan Vucci
Estados Unidos. – La relación entre Elon Musk, el hombre más rico del mundo, y Donald Trump, candidato republicano a las elecciones, se ha fortalecido notablemente en las últimas semanas.
Musk, conocido por su neutralidad política y sus críticas a Trump en el pasado, ahora apoya abiertamente al expresidente y ha movilizado a sus amigos multimillonarios para financiar una superpack que elude las leyes de aportaciones políticas.
El vínculo se intensificó cuando Musk propuso a Trump crear una comisión para auditar la eficiencia del gobierno de Estados Unidos, y se ofreció para dirigirla.
Trump, entusiasta con la idea, prometió implementar esta auditoría si gana las elecciones, enfocándose en reducir el despilfarro y la regulación gubernamental.
Musk ha expresado su deseo de involucrarse en el gobierno de Trump, a pesar de sus múltiples compromisos empresariales. El objetivo principal de la propuesta es revisar y posiblemente reformar grandes programas de gasto como la Seguridad Social y el presupuesto de Defensa, áreas en las que Musk tiene intereses financieros significativos.
Este movimiento ha suscitado preocupación entre los demócratas y analistas sobre posibles conflictos de interés y la posibilidad de una mayor desregulación en áreas críticas como seguridad y medio ambiente.